CRECIMIENTO PERSONAL

Crecimiento Personal

El crecimiento personal es un proceso de desarrollo evolutivo e integral, que la persona puede experimentar de manera continua, durante toda su existencia.

El crecimiento personal es un proyecto de vida, con un plan y una ruta de dirección a largo plazo, en el cual hay que ir trabajando continuamente hacia los objetivos propuestos.
Características del Crecimiento Personal

·    Es un Proceso

El crecimiento personal, no es una acción que se logra de un momento  a otro, sino que más bien, es el resultado, de un proceso que se va manteniendo en el tiempo, dando saltos evolutivos en el desarrollo: de conocimientos, habilidades, potencialidades, a inteligencia y gestión emocional, plano biológico, espiritual.. y en todos los aspectos personales.

·    Es Evolutivo

Este proceso continuo va evolucionando con cada trabajo, con cada vivencia, pasando por diferentes niveles de desarrollo, y empujando cada vez a una mayor madurez, física, emocional, mental, energética y espiritual.

·    Es Integral

El crecimiento personal abarca todas las facetas del individuo, partiendo desde lo individual, o personal, para ir adentrándonos en lo transpersonal.

·    Es Progresivo

Esta es una característica es esencial dentro del crecimiento personal, si no hay un nivel de progreso continuo, en cada una de las áreas de la vida, no se producirá esta evolución y crecimiento individual, sino que podemos quedar estancados en un momento, experiencia, o situación concreta. La vida requiere de esto para seguir desarrollándose dentro de nosotros.

·    Es Continuo

El crecimiento personal, no tiene límite de edad, ni de etapa de desarrollo, ni está condicionado a un estilo de vida en particular, ni a un nivel de adquisición, o profesión, o distinción social, simplemente mientras tengamos vida, hemos de crear experiencias y tomar decisiones de cómo queremos que sean y que nivel de conciencia ponemos en ello.

Las bases del crecimiento personal

La base fundamental de crecimiento personal es simple: mirar dentro de ti, lo que te agrada y lo que no tanto, desde la aceptación y la compasión.

Por crecimiento personal se entiende la actualización de las potencialidades humanas (físicas, psicológicas y espirituales) que la persona puede hacer más allá de su desarrollo natural en función de la edad. Con el trabajo de crecimiento personal aumentamos nuestras posibilidades de pensar, sentir y actuar de una manera saludable y plena.

Beneficios del crecimiento personal

  • Conocer tus puntos débiles y fuertes.
  • Desarrollar tus fortalezas.
  • Conocer las sombras de tu personalidad, para iluminarlas.
  • Descubrir tus prioridades y necesidades reales, dedicando tu energía a satisfacerlas, teniéndote en cuenta, valorándote y cuidándote, gestionándote y caminar hacia tu felicidad,
  • Observar como son tus relaciones: de familia, de pareja, hijos, amigos, tu autoestima…etc. y ver a través de ello oportunidades de cambio.
  • Decidir qué necesitas cambiar o mejorar y establecer metas para lograrlo.
  • Tener claro qué deseas hacer con tu vida, como quieres que sea y como deseas vivirla.

¿Qué es un Grupo de Crecimiento Personal?

El Grupo de Crecimiento personal o Terapia de Grupo, es una potente herramienta terapéutica, que permite desarrollar cualquier proceso terapéutico a nivel individual. Es crecer a nivel personal dentro de un grupo terapéutico.

Grupo de crecimiento Personal, visto como las piezas de un puzle que están buscando su sitio, y poco a poco, van encajando, cada una en su lugar, con descubrimientos, observaciones, tomas de conciencia, y acciones, a nivel personal, y el grupo como herramienta potente para ayudarte.

El contexto de un trabajo terapéutico en grupo proporciona el marco idóneo para explorar la forma de relacionarnos en las relaciones: familia, pareja, hijos, sexualidad… permitiendo sacar a la luz todos aquellos aspectos que puedan estar bloqueando o falseando nuestra manera de estar en el mundo, es decir, nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Así, el grupo se convierte en un potente catalizador capaz de impulsar de manera notable la gran mayoría de los procesos terapéuticos o de crecimiento.

Desde este punto de vista, el trabajo de terapia de grupo puede verse básicamente como un laboratorio donde, en un entorno seguro,  podemos darnos el permiso de iniciar la tarea, de ser quien realmente somos, más allá de nuestras expectativas, y las que otros hayan depositado en nosotros.